Los ha visto en todas partes: en boutiques elegantes, en ferias profesionales o incluso sosteniendo con elegancia su perfume favorito en el tocador del baño. Los expositores acrílicos tienen la capacidad mágica de hacer que casi cualquier producto parezca más elegante y organizado. Pero cuando llega el momento de elegir uno para sus propias necesidades, la enorme cantidad de opciones puede resultar sorprendentemente abrumadora. ¿Cómo elegir el adecuado?
No se preocupe, no es el único. Elegir el soporte acrílico perfecto no consiste simplemente en coger el primer trozo de plástico transparente que vea. Es un proceso meditado que, si se hace bien, puede mejorar notablemente la visibilidad y el atractivo de su producto. Vamos a dividirlo en dos preguntas sencillas pero cruciales: ¿qué estilo necesita y qué tamaño va a funcionar realmente?



Lo primero es lo primero: ¿Por qué acrílico?
Antes de hablar de estilos, veamos por qué el acrílico es el material preferido. En pocas palabras, es la ilusión del cristal sin sus grandes inconvenientes. El acrílico es increíblemente duradero (es unas 17 veces más resistente que el cristal), ligero y cristalino, por lo que ofrece una claridad fantástica. También es versátil, ya que se puede cortar con láser para darle prácticamente cualquier forma. Y lo que es más importante, su transparencia crea un efecto de "flotación" que centra toda la atención en el objeto expuesto, no en el propio soporte.
Paso 1: Encontrar su estilo - Todo gira en torno al producto
El estilo del expositor debe depender de lo que vaya a exponer. Piense en el stand como un amigo que apoya a su producto; su función es resaltar sus mejores características.
Para artículos pequeños (joyas, llaveros, cosméticos pequeños): Querrá soportes que impidan que los objetos se pierdan. Los elevadores o minipedestales son perfectos para crear distintos niveles en una vitrina. Los soportes escalonados son fantásticos para maximizar el espacio y organizar los artículos pequeños por tipo o precio. Para los anillos, los soportes cónicos o las barras para anillos son una opción clásica.
Para artículos planos o inclinables (impresiones artísticas, libros, tabletas, señalización): Un caballete es tu mejor aliado. Es la forma más sencilla y eficaz de colocar algo en un ángulo ligeramente inclinado para facilitar su visualización. Los hay de muchos tamaños, desde los más pequeños para tarjetas de visita hasta los más grandes y resistentes para menús o fotos enmarcadas.
Para prendas de vestir, bolsas o productos de mayor tamaño: Necesitas un soporte que proporcione estructura. Un soporte en forma de T es ideal para colgar camisas o chaquetas ligeras. Para los bolsos o los sombreros, un sencillo soporte en forma de caja o una estantería de varios niveles pueden crear una presentación limpia y de estilo boutique.
Para un look personalizado o de gran impacto: A veces, una forma estándar no es suficiente. Aquí es donde entra en juego el acrílico a medida. Si su producto tiene una forma única, un soporte hecho a medida que lo acune a la perfección puede ser todo un éxito. Es una inversión mayor, pero el resultado profesional suele merecer la pena.
Paso 2: Fijar las dimensiones - ¡Mida dos veces, pida una!
Este es sin duda el error más común. Equivocarse en el tamaño puede hacer que un producto bonito resulte incómodo o, peor aún, que el soporte sea inestable.
- Mida su artículo con precisión: Coge una cinta métrica. Necesitas la longitud, la anchura y la altura de tu producto. No lo midas a ojo. Para un soporte que se coloca debajo de un artículo (como un pedestal), la superficie superior del soporte debe ser ligeramente más pequeña que la base del producto. El producto debe ser la estrella, no la plataforma sobre la que se asienta.
- Considera la "Huella": ¿De cuánto espacio dispone en su mostrador, estantería o vitrina? Este es el tamaño del soporte. Un error común es elegir un soporte demasiado ancho para el espacio disponible, lo que hace que todo el expositor parezca estrecho. Deje siempre un poco de espacio alrededor del expositor.
- Piense en la altura para el impacto: La altura es una herramienta poderosa. Un soporte más alto puede hacer que un artículo sea más visible en un entorno abarrotado (piense en un frasco de perfume en un estante de una tienda muy concurrida). Sin embargo, si ya está exponiendo algo en un estante alto, un soporte más corto puede ser más seguro y proporcionado. Si utiliza varios soportes a la vez, las distintas alturas pueden crear un paisaje visual dinámico y atractivo.
- La estabilidad no es negociable: Un soporte que se tambalea es un desastre. La base del soporte debe ser lo suficientemente grande y resistente como para sostener el objeto de forma segura. Si vas a exponer algo pesado, como un jarrón alto, necesitarás un soporte con una base especialmente ancha y resistente para evitar que se caiga. En caso de duda, opta por una base ligeramente más grande para mayor tranquilidad.
Unirlo todo
El expositor acrílico perfecto es un equilibrio armonioso de forma y función. Debe complementar el estilo de su producto sin sobrecargarlo, y su tamaño debe proporcionar un escenario estable y perfectamente proporcionado.
¿Mi último consejo? No tenga miedo de pedir primero una muestra. Ver y sentir un stand en persona, y probarlo con su producto real, es la mejor manera de estar 100% seguro de su elección. Un poco de planificación ayuda mucho a que sus productos brillen con luz propia.
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